Bien dicen que no hay nada mas gratificante que conocer un destino que tanto deseaste por mucho tiempo.. eso sentí cuando aterrizamos en Berlín.

En uno nuestros primeros viajes a Europa hicimos un análisis de que ciudades deberíamos visitar y entre ellas fue la ciudad de Berlín. Una de nuestras principales razones para conocer la capital alemana entre muchas fue contemplar el Muro de Berlín ya que su fascinante historia y lo que éste muro representó para los alemanes y para todo el mundo era algo que no queríamos perdernos.
Al llegar a la ciudad y hospedarnos en el lado este (antigua mitad socialista) pudimos sentir esa vibra de nostalgia que logró transportarnos hacia aquellos años en los que la ciudad se mantenía ocupada por los aliados y soviéticos, particularmente nosotros decidimos hospedarnos en el lado ex-socialista para poder identificar esa parte alemana.
Una vez realizado el check-in del hotel en el que nos quedamos lo primero que hicimos fue ir a conocer el muro lo cuál fue increíble. Pudimos sentir cómo los alemanes vivían a diario estar «encerrados» en una ciudad sin libertades plenas, de hecho notamos que muchos vehículos antiguos construidos en la era soviética siguen circulando por el lado este de la ciudad.

El muro siempre estuvo presente en cada uno de los recorridos que hicimos dentro de la ciudad, aunque no estaba continuo sino que sólo se mantienen de pié varios tramos del muro en forma de monumento con ésas restos basta para contemplar lo que éste simboliza y sobre todo lo que vivieron en ésa época.
Hay algunos tramos en el que se pueden ver las varillas de armado interno del muro a causa de la erosión así como algunos tramos de muro sustituidos por barras de metal para poder ver el otro lado del muro convertido en museo.

Hay ciertas secciones del muro las cuales son bastante extensas y ahora convertidas en museo como en el Gedenkstätte, dentro de él podrás ver cientos de fotografías de algunos caídos en su intento por saltar el muro en los años de la ocupación Soviética y Aliada.
Al segundo día de nuestra estancia en Berlín decidimos rentar unas bicicletas para conocer verdaderamente el ambiente de la ciudad lo cual fue muy agradable porque la cultura vial en Alemania es de primer mundo, la gente respeta al peatón y a los ciclistas, hay señalización para todo y los ciclistas tienen un carril exclusivo por toda la ciudad, así que recorrerla sólo fue cuestión de condición física pues el terreno es totalmente plano pero la ciudad muy grande.
Mientras recorríamos en bicicleta la ciudad pudimos apreciar un montón de murales urbanos que son verdaderamente una obra de arte, tienes que parar y apreciar cada uno de ellos para entender el significado de cada mural pues en el dibujo se relata algún pasaje que se vivió durante la guerra fía y sobre todo las vivencias durante la ocupación.

En algunos tramos del muro está conformados por dos muros con 50metros de separado, en ése espacio se encontraban minas y alambrado de púas, así como torres de vigilancia militarizada, hoy en día esa área se encuentra cubierta de césped con espacios documentados en texto y audio los cuales puedes acceder de forma gratuita.
Cada reseña en los espacios emblemáticos como lo es en Gedenkstätte hace que te transportes en le tiempo eh imaginarte todo el sufrimiento por el que pasaron los berlineces.

El arte urbano vino a plasmar el sentimiento de las nuevas generaciones hacia los hechos ocurridos durante la ocupación Soviética y Aliada en Alemania.
Durante todo el recorrido pudimos ver cómo los berlineces conviven a diario con los restos del muro para mantener presentes el legado de lo que es ahora la unión de Alemania.
Definitivamente desde nuestro punto de vista Berlín es uno de los principales destinos europeos y destino obligado para todo aquél amante de la historia.
